martes, 22 de abril de 2014

El juego de la guerra

¡Hola amores! 

Lo prometido es deuda y aquí comienzan mis entradas filosóficas. Aunque no debería llamarlas así porque no se van a basar en nada filosófico. Solo van a hablar sobre pensamientos que tengo de cosas que me van pasando en el proyecto. Probablemente, ni siquiera os interese, pero me parece algo que mi blog necesita. Un poco de seriedad nunca viene mal.

Como ya sabéis, la semana pasada no estuve por Preston. Pues parece ser que me he perdido una semana muy interesante por el CSV (a parte de perderme las cervezas...). Una de esas cosas interesantes es que empezamos un proyecto sobre qué saben los jóvenes sobre la Primera Guerra Mundial. La verdad es que no sé mucho sobre el proyecto porque yo no estaba cuando se propuso y todo lo que sé es lo que me han contado mis compis. De todas formas, también reconozco que no tengo ni idea de historia en general (ni geografía) y de la Primera Guerra Mundial en particular. El caso es que tenemos que pensar qué queremos hacer y cómo queremos enforcarlo. En principio, uno de los estudiantes está buscando fotografías de Preston entre 1914 y 1918 y está sacando esa misma foto en la actualidad para hacer después un montaje. Os seguiré informando de cómo evoluciona todo esto.

Total, que Xavi y yo hemos empezado a ver una serie de documentales sobre la Primera Guerra Mundial (creo que se llama La Primera Guerra Mundial a color) porque como ya he dicho, no tenemos ni idea de qué va. Durante los documentales no puedo para de pensar en lo estúpida que me parece la idea de ir a una guerra por tu país. Quizás sea porque yo no creo en el patriotismo, porque soy de los que piensan que ser de uno u otro país no es motivo de orgullo por el simple hecho de que tú no eliges donde naces y, por lo tanto, es algo tan al azar y tan abstracto que no acabo de comprender. El documental incluyen muchas cartas personales de muchos de los soldados a sus familias y también aporta datos de cómo eran cada una de las batallas. Muchas de ellas se realizaban cuerpo a cuerpo, en campo abierto, y yo no podía dejar de imaginarme la escena.

Fuente

Un soldado, probablemente de no más de 20 años, en mitad de la nada, queriendo matar a otro soldado, que probablemente también tendría sobre 20 años, por el simple hecho de que nació en otro país y tu estás luchando por el tuyo.¿Os imagináis estar ahí? ¿Corriendo por un campo cualquiera, con un cansancio increíble, rodeado de gente que no conocías antes de la guerra? ¿Matando gente y viendo morir gente porque crees que tienes que defender a tu país porque alguien a quien no conoces lo ha decidido así y por motivos que probablemente no conozcas?

En mi cabeza, es una imagen de lo más estúpida. Las guerras en mi mente no tienen sentido. Quizás sea porque soy inmadura, o porque tengo un alma pacifista, o simplemente porque soy idiota. Pero para mí, no tienen sentido.

En fin, paranoias mías. Guerras siempre ha habido y siempre habrá. Cosas de la historia.

2 comentarios:

  1. I agree with finding it strange that people want to go to war, or more specifically what drives someone to want to fight somewhere for their army, although I still don't dismiss their reasons whatever they are.

    But also, with the First World War they thought that it would be over nearly instantly and I guess they thought that would have meant minimum bloodshed. Why they thought this I have no idea!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. I guess there are times when you're capable of anything but i don't understand qhat motives you have to put yourself in that situations..
      And yes, they thought that the war would be over in Christmas (6 months later more or less)... I don't understand it, I need more information jajaja

      Eliminar