miércoles, 20 de agosto de 2014

Como si no hubiera mañana

¡Hola caracolas! ¡He vuelto! Ya estoy por aquí de nuevo después de una semana de turisteo festivalero. Os lo voy a contar todo todo, así que creo que voy a dividir esto en dos entradas distintas. Una de ellas será sobre el festival, única y exclusivamente, porque tengo mucho que contaros. Os va a encantar.

Pero lo primero es lo primero. Y antes de llegar a Green Man, pasamos un par de días en Swansea y alrededores. Y para llegar allí, alquilamos un coche y parecíamos un chiste: "van dos italianas y una española en un coche inglés, camino de Gales, y se pierden el Blackburn..." Y así empezamos de bien. Pero al final llegamos a nuestro destino (ida y vuelta).

¿Qué os voy a contar sobre Swansea? Que es una ciudad super cuqui. Y con mar. Ya sabéis que el mar le da un encanto especial a todo. No os voy a engañar, no es una ciudad turística y no tiene muchas cosas que ver. De hecho, pedimos un mapa en la oficina de turismo (que, por cierto, está super escondida) y literalmente ponía que tenía seis puntos de interés que visitar. Seis. Ni uno más ni uno menos. Así que, después de dar una vuelta por la ciudad (y por la playa), cogimos el coche y nos fuimos por los alrededores.




Fuimos a ver un castillo cercano, Oxwich Castle, donde tampoco había demasiado que visitar. Eran las ruinas de un antiguo castillo y tenía una habitación donde te explicaban cómo eran las camas de la Edad Media.


Así que volvimos a coger el coche y nos fuimos a una cala que había cerca del castillo, Oxwich Bay. Ahí sí que sí. Fue amor a primera vista. Un sitio increíble. Era una playa de piedras, desde donde se veía toda la costa a un lado y acantilados a otro. Podías ver en qué lugar del horizonte estaba lloviendo y en qué lugar hacia sol. Hacia donde se movían las tormentas. Increíblemente bonito.


Después nos acercamos a Mumbles, que es un pueblecito que comparte playa con Swansea. También tiene un castillo y el paseo cerca del mar está lleno de cafés pequeñitos muy monos.

Vamos, que la bahía de Swansea es muy chula pero si no te pilla de camino no vas a rentabilizar el viaje porque solo necesitaras un par de días para visitarla.  Es un sitio muy bonito para ver si te pilla de camino hacia alguna parte.

Después de Swansea nos fuimos a Green Man, pero como sobre Green Man voy a escribir una entrada a parte, movámonos hacia la vuelta.

Cuando volvíamos a Preston, paramos en Chester un par de horas para dar una vuelta y ver un poco la ciudad. Y madre mía. Qué lugar. Es un sitio genial. Eso sí, es un desperdicio que este país cierre completamente a las 5 de la tarde. Llegamos un poco más tarde de esa hora y la oficina de turismo ya estaba cerrada (ERROR) así que fuimos a visitar la catedral, que está justo delante. Muy chula, un montón de vidrieras de colores, pero solo estuvimos como unos 10 minutos porque cerraban (ERROR). Así que nos fuimos de paseo por la ciudad, a la orilla del río, y obviously, todas las tiendas estaban cerradas (ERROR) menos los pubs. Que no me malinterpretéis, me encantan los pubs, pero tengo la extraña sensación de que este país de incita a la bebida porque después de las 5 no tienes otra cosa que hacer.





Así que como vuestra consejera de turismo de esta maravillosa isla os diré, bahía de Swansea bien. Chester, mucho más mejor que bien, sobre todo si la pilláis abierta. ¿Cómo no va a merecer la pena una ciudad que es super bonita y además tiene una tienda Disney? Perfecto para empezar a vivir si estáis pensando en dar el paso.

Gente, esto es todo por ahora. Esperad a mi siguiente entrada sobre Green Man y los grupos nuevos que he conocido. Hasta entonces.

Nos leemos en Preston (con amor)

No hay comentarios:

Publicar un comentario